Cuando todavía yo no era mamá, me sorprendía que las mamás de los bebés entendieran lo que ellos decían. Me imagino que eso le pasa a mucha gente cuando me ven hablando con mi hijo que tiene dos años. Aunque en mi caso, como les hablo a mis hijos en inglés, me imagino que el signo de exclamación debe ser aun más grande.
Lo que sucede es que no solo los bebés dicen palabras de manera tierna, como por ejemplo, en vez de foto, poto (que es más cómico todavía porque aquí en Chile quiere decir trasero) , en vez de pizza, es pita, en vez de pasta es pata; sino que también inventan palabras. Por ejemplo, para mi hijo pájaro es cocós y no hay manera de convencerlo de lo contrario.
Entonces le salen frases tipo: » ¡Pita, pita, pata no, pata no!»
Ayer en la cena mi esposo dice :
– Pasado mañana es my bird day!
Yo sonrío, y le pregunto,
– ¿Sabes qué fue lo que dijiste?
– No, ¿Qué? ¿Qué pasó?
Y de repente mi hijo dice triunfante:
– ¡Cocós!
– ¡Sí! Eso era – le digo, mientras le planto un besote en el cachete.- Este niño dentro de poco me va a corregir a mí también.
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GRACIAS HABLAMOS SI DIOS QUIERE MAÑANA!