Este 8 de marzo de 2022 es el día de la mujer. Sí, es mi día (tengo casi 48 años) pero sobretodo, es el día de las mujeres de 30 años o menos, porque ellas son las que están saliendo a protestar, las que se han dado cuenta del estado de las cosas.

De qué cosas me refiero? A un conjunto de cosas llamado «patriarcado».

Según el diccionario Oxford Languages

Patriarcado

Predominio o mayor autoridad del varón en una sociedad o grupo social.

Todos los días llamamos «señor» a los hombres. A quién también llamamos «señor», pero con mayúscula?

Todos los días, les estamos dando a los hombres la estatura de dioses:

«Señor, ten misericordia», en la Iglesia.

«Señor, qué quiere ordenar?», en el restaurante.

Todos los días programamos nuestro inconsciente para tratar a los hombres como dioses.

Nos consideramos diosas también las mujeres? Nos sentimos igualmente empoderadas? Cómo podemos programarnos para considerarnos como tales?

No sé, pero definitivamente, no es llamándonos «señoritas». Si quieres sentirte poderos@, no usas diminutivos. Eso lo saben los hombres, por eso nadie les llama «señoritos», aunque se vean más jóvenes que su edad real.

El 8 de marzo es el Día de las Mujeres, pero también es de la energía femenina que vive en todos, hombres incluidos. Esa energía que habla de amor y no de guerra.

El planeta necesita que celebremos la feminidad, el feminismo, lo femenino.

Que no es lo mismo? Mmmm… Yo no lo veo así. Para mí es darle valor, todo el valor posible, a lo femenino. Los adjetivos, «femenino» , «feminista» , «afeminado», o cualquier otro similar, no son ofensas, sino motivo de orgullo.

Según la RAE:

Feminismo

1. m. Doctrina social favorable a la mujer, a quien concede capacidad y derechos reservados antes a los hombres.

Femenino

adj. Propio de la mujer o que posee características atribuidas a ella .

Afeminado

1. [hombre] Que tiene gestos, ademanes y actitudes que se consideran propios de las mujeres.

Que el 8 de marzo sea motivo para resaltar y enorgullecernos de nuestro lado femenino, sin importar a qué género cada quien se identifique.

Que el 8 de marzo sea un día para comenzar a tomar en serio a todas las mujeres, y que todo lo que digan, sobretodo las más jóvenes, sea considerado tan importante, como lo salido de la boca de cualquier hombre.