La película y el libro Amanecer de la Saga Crepúsculo

Yo confieso que a mis 37 años soy una Twifan: no es mi culpa que cuando yo tenía 17 años, Stephenie Meyer también fuera una  adolescente y por lo tanto, tampoco hubiera escrito la famosa saga. Así que no soy muy objetiva con el asunto, pero haré el intento.

¡¡¡¡¡ LA PELÍCULA ES BUENÍIIIIIIISIMAAA!!!!

(Miren que me controlé, había pensado poner más signos de exclamación). Yo me leí dos veces esa parte del libro – que para mí es la mejor de toda la saga – y les puedo decir que la película es tan fiel al libro como puede llegar a ser una película. Yo hubiera añadido algunas cosas, como una explicación más exhaustiva de por qué uno está aterrorizado durante medio libro, pensando que Bella va a dar a luz un monstruo que se va a comer todo Forks, pero está bien.

Lo que más me sorprendió fueron los efectos especiales: nada de esos pésimos efectos de las partes 2 y 3 que hasta daban risa. No, no, ahora los efectos son dignos de Harry Potter y de CSI. Para mi satisfacción, retomaron de la primera película,  los acercamientos de cámara a las caras de los protagonistas, algunas de las canciones claves y  el detalle simpático de tener a la autora de los libros como extra.

Por supuesto, como casi siempre ocurre, la película no puede suplir el libro. Son las emociones, es la angustia, el alivio, en donde uno es el protagonista, no Bella, no Edward, sino uno mismo, que se convierte en un personaje. Con la película, por más espectacular que sea, eso es lo que uno siempre es, un espectador. Cuando lees, eres el protagonista… sin embargo, creo que la imaginación nunca me hubiera dado como para crear a un Robert Pattinson, ni para las escenas en la Isla Esme, etc, etc, así que ¡Vayan a ver la película!

Por Michelle Lorena Hardy –   Chicadelpanda.com

¡Por fin atravesé las paredes!

Este asunto de despertarse a cada rato por el bebé tiene consecuencias diferentes a las obvias de las ojeras y el cansancio permanente. Ahora estoy teniendo más sueños lúcidos de los que había tenido hasta ahora, lo cual compensa un poco el usual agotamiento (ya que uno se levanta radiante de energía). Antenoche, por ejemplo ¡Por fin! Pude traspasar paredes, algo que no había podido realizar hasta ahora.

Para los que todavía no tienen idea de qué estoy hablando, los sueños lúcidos son aquellos en que uno se da cuenta que está soñando. Lo cool del asunto es que cuando eso pasa, uno puede hacer lo que se le ocurra, como volar, por ejemplo. Es como cuando Neo se da cuenta que está en la Matrix y puede llegar a hacer lo que quiera, si  de verdad cree que puede hacerlo, por un lado, y por el otro, si logra tener la concentración necesaria para que no se le olvide que todo lo que le rodea es irreal. En internet hay unos cuantos sitios en que te dicen cómo hacerlo, e incluso se han hecho películas y escrito libros sobre el asunto. Entre ellos está Las enseñanzas de Don Juan de Carlos Castaneda (es ficción, aunque está tan bien escrito que a uno le queda la duda) y la película Waking life, ésta última la recomiendo muchísimo, pero para quien tenga la paciencia y el tiempo de verla, pues es muy intensa.

Por: Michelle Lorena hardy – Chicadelpanda.com