Archivo de la etiqueta: escribir para sanar
Terapia Narrativa
Big egos big hearts
Terapia Narrativa para descubrir tesoros del alma
La Terapia Narrativa consiste en una hora semanal en la que trabajaremos sobre tus inquietudes, valores personales e historias, resaltando aspectos de tu vida a los que no se les había prestado atención. Es parte de las terapias expresivas (como la terapia del arte) y sus creadores fueron los terapeutas familiares Michael White y David Epston.
Sabes en qué consiste la Terapia Narrativa?
Contar mis historias de vida, a través de mi blog y mis libros, ha sido la manera en la que he podido afrontar tantos cambios, y es la base de mi práctica profesional. Me ha funcionado a mí y puede funcionarte a ti también.
😊Las sesiones son un lugar seguro, en donde el trato siempre es respetuoso, sin juicios, y en donde la información compartida por los clientes es 100% confidencial. Solo necesitas algo con qué escribir y una hora disponible a la semana.
La primera cita es gratis, y luego cada sesión tiene un costo de $400 pesos mexicanos (US$25 o €20) .
Para más información, o para agendar tu cita online, contáctame vía texto o mensaje de voz a mi Whatsapp +52 4428133977 .
Mi experiencia usando la narrativa y la escritura para descubrir mis tesoros escondidos
Escribir para sanar
México me regaló una pulserita!

Ayer estaba en una placita de Querétaro en la noche, cuando veo a una muchacha con un niño de unos cinco años, vendiendo unas pulseritas tejidas.
Pienso, ‘qué bien, hace rato q quería una de esas’ y le hago señales para que se acerque.
Mientras lo hace, veo q tiene una camisa q dice «Yo ❤️ Venezuela», y le digo q yo también venezolana.
Ella me sonríe, como con pena, y me dice «no soy venezolana, soy de aquí!»
«Entonces se agradece mucho que tengas esa playera q dice ‘amo Venezuela», le respondo sonriendo, a lo q ella se relaja.
Me empieza a mostrar las pulseritas, y le digo q quiero dos, pero q solo tengo efectivo para una. Se lo doy, y ella se persigna.
«Cuál es la otra q querías?» me pregunta, y le señalo una rosada y azul.
«Toma, quédatela», me dice, y yo «noooo, imagínate, gracias, pero no».
Ella insiste y yo termino recibiendo mi regalo, dándole la gracias y deseándole mucho éxito con sus ventas.
No es la primera q vez un@ mexican@ me regala algo. Cada vez q eso sucede, siento q el país entero me abraza y me quiere.
Muchas gracias México!
No soy quien pensaba que era

Ya llevo poco más de un mes ejerciendo como Terapeuta Narrativa y he aprendido que no soy quien pensaba que era.
Pensaba que era resiliente; pero no tenía ni idea. He conocido personas cuyo superpoder realmente es la resiliencia. Tú mándales el apocalipsis y se paran de las cenizas. Son mujeres y hombres mutantes, otra especie.
Pensaba que yo tenía fe; pero no tenía ni idea. He conocido personas que tienen una fe descomunal, gigantesca, universal. Gente que en realidad son ángeles pasando por la Tierra.
Pensaba que era artista; pero no tenía idea. He conocido gente que ve la belleza en los sitios más oxidados y olvidados. Gente que ve cosas que no veo y que me ayudan a ver.
Pensaba que había sufrido; pero no tenía ni idea. He conocido gente que casi ha muerto y ha vuelto a la vida. Después de conocerlas, me parece obvio el tema de la resurrección.
Pensaba que era empática; pero no tenía ni idea. He conocido personas cuya conexión con los demás, y con la naturaleza, es mágica.
Pensaba que había avanzado a nivel espiritual; pero no tenía ni idea. He conocido personas que perciben el universo sobrenatural desde muy temprana edad, y cuya consciencia de su conexión con el universo, o con Dios, es parte cotidiana de su vida.
Pensaba que era intelectual; pero no tenía ni idea. He conocido gente con la mitad de la edad que tengo, que ha leído autores más complicados de los que yo jamás haya leído.
Pensaba que tenía talento; pero no tenía ni idea. He conocido personas que saben ESCRIBIR, solo porque saben, y ya. Casi casi, así nacieron.
Pensaba que obsesionarme por ciertos temas era solo por satisfacción personal; pero no tenía ni idea. El vasto conocimiento que tengo en ciertas áreas, ahora está ayudando a otras personas. Eso me hace muy feliz.
No todos tenemos los mismos superpoderes. No todos tenemos el mismo potencial; por lo menos no en esta vida humana, en el Planeta Tierra.
Lo que a veces no tenemos ni idea es que TODOS, sin excepción, tenemos un superpoder. Yo tengo 47 años y no soy, quién pensaba qué era… yo tengo un superpoder, y quién sabe, quizás tengo otros, de los cuales, por supuesto,
no tengo ni idea.
Amor Propio
Hola! Veámonos en Instagram!







Las reglas de la vida de Olivia

Una de esas cosas que he amado de ser mamá ha sido tener la oportunidad de leerle a mis hijos cuentos cuando eran pequeños, en la cama, antes de acostarse.
Uno de mis libros preferidos de aquella época, cuando le leía a mi hija mayor, eran los libros de Olivia la cerdita. Eran tan básicos, pero tan atinados!
Todavía Olivia me habla de vez en cuando diciendo: «Rule of life # X» (regla de la vida # X). Eso me pasa cuando aprendo algo nuevo, usualmente, en cuestiones que tienen que ver con reglas sociales, o con cuestiones que otra gente no tiene que anotar, porque «son de sentido común».
Ser Asperger es un poco como ser Olivia. Se la pasa uno haciendo notas mentales o reales, de cosas que uno va aprendiendo por la vida, pero que otra gente no tiene que anotar porque «son de sentido común». Recientemente me he dado cuenta que lo mismo pasa con las personas que tienen TDAH : me paso haciendo notas mentales, o anotando «reglas de vida» que para otras personas son obvias.
Digamos un ejemplo: mis lentes. Soy miope, y sin ellos no puedo manejar, así que tengo como una de mis reglas principales, que debo ponerlos solo en dos sitios: mi cartera, o mi escritorio. Cualquier otro sitio, no lo proceso, no se graba en mi cerebro.
Pues he estado cumpliendo fielmente al pie de la letra dicha regla por los últimos cinco años. Pero llevo dos días sin encontrarlos, y he estado funcionando porque tengo unos viejos, pero que no sirven para manejar de noche.
Tengo tantas «reglas de la vida» que pudiera tener un libro, pero más me interesa conocer las tuyas, porque de verdad, las necesito.
Gracias por leerme!