
Una de esas cosas que he amado de ser mamá ha sido tener la oportunidad de leerle a mis hijos cuentos cuando eran pequeños, en la cama, antes de acostarse.
Uno de mis libros preferidos de aquella época, cuando le leía a mi hija mayor, eran los libros de Olivia la cerdita. Eran tan básicos, pero tan atinados!
Todavía Olivia me habla de vez en cuando diciendo: «Rule of life # X» (regla de la vida # X). Eso me pasa cuando aprendo algo nuevo, usualmente, en cuestiones que tienen que ver con reglas sociales, o con cuestiones que otra gente no tiene que anotar, porque «son de sentido común».
Ser Asperger es un poco como ser Olivia. Se la pasa uno haciendo notas mentales o reales, de cosas que uno va aprendiendo por la vida, pero que otra gente no tiene que anotar porque «son de sentido común». Recientemente me he dado cuenta que lo mismo pasa con las personas que tienen TDAH : me paso haciendo notas mentales, o anotando «reglas de vida» que para otras personas son obvias.
Digamos un ejemplo: mis lentes. Soy miope, y sin ellos no puedo manejar, así que tengo como una de mis reglas principales, que debo ponerlos solo en dos sitios: mi cartera, o mi escritorio. Cualquier otro sitio, no lo proceso, no se graba en mi cerebro.
Pues he estado cumpliendo fielmente al pie de la letra dicha regla por los últimos cinco años. Pero llevo dos días sin encontrarlos, y he estado funcionando porque tengo unos viejos, pero que no sirven para manejar de noche.
Tengo tantas «reglas de la vida» que pudiera tener un libro, pero más me interesa conocer las tuyas, porque de verdad, las necesito.
Gracias por leerme!